domingo, 5 de octubre de 2014

Te echo de menos, pero nunca lo sabrás.

Te echo de menos N. Hoy es uno de esos días en los que me gustaría llamarte y decirte todo lo que siento. Pero no lo haré. No sirve de nada remover el pasado, ni recrearse en él. No hay que volver la vista atrás para revivir las palabras que terminaron con todo.

No sé nada desde que me echaste de tu vida. He desaparecido, como me pediste. Esta vez no voy a estar ahí, ni voy a esperar nada- Esta vez ya no hay marcha atrás.

¿Cómo estoy? Bien. Mi vida continúa sin tí, como debe ser. Mi rutina ha vuelto a invadir los minutos de mi día a día, sólo que tú ya no estás, y te echo de menos. Sigo pensando en tí, y me vienen millones de imágenes a la cabeza de momentos pasados, me pregunto que estarás haciendo, qué será de tí, si estarás bien.., pero no voy a preguntar.

Si he desaparecido no es porque no quiera saber de tí, ni porque no me preocupe. Lo he hecho porque es lo que me pediste.  Me he encerrado en mí misma, centrándome en mis cosas, para no pensar y para poder meter tiempo entre nuestras vivencias. Ahora mismo, me apetece estar sola, aislada del mundo, y no tengo ganas alguna de rehacer nada. No quiero empezar nada con nadie, ni dar oportunidades, ni volver a sentir. Estoy vacía.

Sigo queriéndote, no lo sabrás nunca, pero es así. El tiempo volverá a pasar, y dejará de doler.
Tú te olvidarás de mí...y yo dejaré de sentir, otra vez, hasta que ya no queden ganas de dar nada más.