Mi problema soy YO MISMA

Algo ocurre dentro de mí. No sé exactamente qué es, pero sé que algo no marcha bien. No es algo físico,
 ni ningún problema de salud, es algo más profundo, cercano al alma.

Me siento vacía, sin rumbo. No puedo quejarme porque tengo una salud de hierro, un trabajo que me encanta, y una familia que me adora.,. No obstante, ¿por qué me siento así?. ¿De verdad no he sido capaz de superarlo?¿O simplemente te gasto como excusa?

Mi problema soy YO MISMA. No creo en mí, ni en mis capacidades. No me veo lo suficientemente buena para nadie. Me obsesiono con demasiada facilidad con el primero que muestra el mínimo interés en mí. No creo en nadie, y lo peor, es que no creo en mí. me he vuelto insegura, y muchas cosas me crean ansiedad.

Es una sensación extraña, de tenerlo todo, y a la vez, estar rodeada de una gran soledad.
Confío en mí, pero luego soy incapaz de ver lo bueno que tengo. Sólo me quedo con las cosas negativas que matan el alma. No sé ser positiva, ni dejar de pensar en el pasado. Tengo miedo al futuro y no disfruto 100% del presente.

Si buscase una palabra que ahora mismo me definiese sería AMBIGÜEDAD.

Sé que yo soy diferente porque no me veo reflejada en estas actitudes, a pesar de que predominen mi vida actualmente.

He de cambiar, pero no sé por donde empezar.

Lloro sin sentido y paso de una opinión a otra. Soy inestable emocionalmente y no estoy segura de nada.
Incapaz de poner puntos y apartes, recreándome en agonías y personas que no me aportan nada.

He de salir, buscarme, crecer. ¿Dónde está ENGEL?

No sé si sola podré. Quizás es el momento de buscar ayuda...sí cada vez estoy más convencida.

Dejadme caminar

Eres otro más que entra en mi vida para marear y después desaparecer.
Ya es una costumbre, un hábito de vida, y ya cansa.
¿Qué ganáis con todo esto? De verdad que me lo pregunto, porque ya no entiendo nada.
Sólo os mueve vuestro interés y vuestro egoísmo. Lo he vivido, ya no sé ni cuantas veces. Me creo que he aprendido la lección, pero no es verdad.
Quiero cambiar. Quiero ser mala. Quiero que todo me resbale y me importéis lo más mínimo. Quiero ser capaz de pasar página sin que me importe. Quiero no ilusionarme con ninguno, y sobretodo no esperar nada de nadie.

¿Demasiados cuentos de hadas?. Seguramente.
Y ya quema el alma. Ya se desgarra, ya no puede más. Basta ya, por favor.
Dejadme en paz de una vez, personas sin almas ni sentimientos. Si no os importo lo más mínimo, no volváis. Encerraros en vuestra vida egoísta y apartaros de la  mía.

Dejadme caminar. Dejadme sola. No me detengáis. No volváis a venderme películas de Hollywood, porque ya no creo a nadie. Dejad de aprovecharos de mi confianza, porque ya se agota.
Vais a destruirme. Vais a terminar con mi capacidad de creer en el amor.
Me agotáis. Me desmoronáis. Matáis mis ilusiones.

Sólo quiero estar bien, aunque sea sola. Gracias

Me quedo con esa mirada

Volvemos al juego. Apareces de nuevo después de dos meses. Aún así, te respondo. Más tarde soy yo la que te busca. Te encuentro.Nos vemos.

Esta vez las reglas han cambiado, o al menos es lo que yo me creo. Nos sentamos en el césped, hablamos. Nos miramos. De repente, siento la necesidad de besarte. Me lanzo en busca de tus labios, pero por un instante vacilo y me echo atrás.
No hagas algo de lo que luego vayas a arrepentirte, me avisas. Dudo. ¿Estoy realmente segura de estar preparada para el después?. No sé la respuesta, y aún así me pierdo en tu boca.
Ya no hay marcha atrás. Te anhelo. Me ciegas. Te vuelves loco y respondes con ansia a mi llamada.

Me da vuelcos el estómago, apenas puedo respirar. Me embriaga tu aroma, tu aliento me desboca. No puedo parar. Me es imposible pensar. Me quema el deseo.
Tus palabras resuenan en mis oidos. Tus caricias estremecen mi cuerpo, me pierdo entre tus brazos.

Nos tenemos que ir, No quiero volver a la realidad, no quiero que se termine. Pero no puedo ir más allá, no puedo seguirte hasta tu casa, eso no entra dentro del juego. Para eso no estoy preparada, ni creo que llegue a estarlo nunca.

Me cuesta pensar. Por momentos dudo y siento que mis fuerzas flaquean. Voy a sucumbir a la tentación. No..no puede ser. Por fin nos despedimos entre besos y caricias. Me cuesta una barbaridad separarme de ti.

Subes a tu moto. Te sigo desde mi coche. Te paras a mi altura en el semáforo.
Me miras fijamente, sé lo que estás pensando, porque yo siento lo mismo. Hubiese parado el mundo en este momento. Por un instante creo que todo es verdad, pero la realidad es aplastante conforme te alejas.

Llego a casa. Todavía me cuesta razonar y controlar mis pensamientos.
No puedo permitirme estas sensaciones, no contigo.

Vuelves a desaparecer. Sabía que lo harías. Solo hay silencio.
Borro tu teléfono. Debo hacerlo. Intento no mirar atrás, y sólo  me quedo con tu última mirada.

Hasta aquí!!!

Hoy ha sido la gota que colma el vaso. No podía haber terminado peor. Ni siquiera quieres saber nada de mí, ni como amigos. Y lo peor es que no me siento mal por el final, sino que mi ira interna viene por haber sido tan estúpida de ir detrás de tí, durante dos semanas, intentando mantener una amistad.

Debo aprender a valorarme más, y decir hasta aquí. Merezco más que un egoista que no sabe ni lo que quiere en su vida, y que no es capaz de querer a nadie más que a sí mismo. Odio tu egocentrismo y tu manera bipolar de hacer y vivir la vida.

Lo siento, pero basta ya. Y aunque ahora esté llorando de impotencia. C´est finit.

Final complicado, no sólo depende de mí

Se han terminado mis vacaciones, el fin de un mes que empezó con la esperanza de olvidar, de superar y de cambiar. El inicio fue complicado. Todo estaba demasiado reciente, y tus palabras resonaban sin cesar en mi cabeza, a pesar de haber sabido siempre que nuestras vidas no terminarían juntas.

Fue duro. Incluso en ciertos momentos pensé que iba a volver a vivir experiencias pasadas, y me pareció reconocer sensaciones vividas. Pero la lección no era nueva, y llovía sobre mojado. tuve que empezar a preguntarme si el problema realmente provenía de mí, y llegué a la difícil conclusión, que la única capaz de llevar las riendas de mi vida era yo. La única dueña de mis pensamientos y del sentimiento de dolor era, única y exclusivamente, yo.

Todavía eres importante, y continúo acordándome de tí a diario. Pero tienes razón, somos demasiado diferentes y tenemos que tomar caminos separados. Queremos y entendemos la vida de forma totalmente opuesta, y por mucho que sintamos el uno por el otro, somos dos almas incapaces de unirse.

Ha sido complicado aceptar esta realidad. Pero hay algo más importante que nos une, y es la amistad.

He intentado volver a verte y retomarla, pero te niegas a verme. No entiendo tu comportamiento, ni hasta que nivel te ha afectado esto. Fuiste tú quien decidió poner fin a la historia, pero te comportas como si te afectase de tal manera, que te niegas a hablar sinceramente conmigo. 

Ahora es la única cosa que me reconcome es que no soy capaz de llegar hasta tí. Necesito cerrar este capítulo, y cambiar tu lugar en mi corazón. Mi amistad la tienes, pero no solo depende de mí.

¿Aprender de los errores?

Definitivamente creo que no aprendo de mis errores, de nuevo la misma rutina obsesiva. Me ilusiono con demasiada facilidad, y espero demasiado de la gente. No sé ser egoista e independiente, ni tampoco sé crear un paréntesis y pasar de todo lo que no es importante. Y sé que debería plantearme seriamente el problema.
 He borrado la manera de localizarte, así evitaré, al menos, la tentación de hablarte y buscarte.Ahora debería centrarme y pensar sólo en mí. Sé que es difícil, pero ya he pasado por esto antes y con mayores dificultades. El problema no será olvidarte, el problema será que no vuelva a ocurrirme con otra persona.

Así que a empezar de nuevo. La misma historia una y otra vez, ya empieza a cansar.