viernes, 21 de septiembre de 2012

Romperé las malditas normas

No puedo seguir. Conozco esta sensación de ansiedad, y sé que a se debe.
Si sigo, acabaré rompiendo las malditas normas del juego. Y por mucho que me pese, sé que acabaré queriendo más.

Así que pongo punto y final...al menos por ahora. Necesito distancia y aclarar los torbellinos de mi mente.
Sé que si te cuento como me siento, serás tú el que se aleje.
Así que prefiero saltar yo al abismo, antes de que mis alas se quiebren.

Creí que mi corazón había muerto, pero ahora lo vuelvo a sentir latir. Un latido lento y pausado que me muestra que la vida continúa...y no puedo permitirme volverlo a perder.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Historias con final escrito. Sueños finitos.

Tras millones de ilusiones rotas, tras promesas sin cumplir, tras un corazón destrozado...¿Está permitido volver a soñar?

Sé que no es real, sé que no llegará a nada. Una historia con un final escrito desde antes de empezar. No me importa, me digo a mí misma...ya llegará, ahora solo quiero soñar y disfrutar de esos breves momentos.
Soy incapaz de volver a amar, y tú también. Sólo somos dos almas rotas que  buscan un oasis en medio de la soledad.

 Llevo toda la tarde esperando tu llamada..¿nos vemos?.. pasan las horas, me arreglo el pelo y sigo esperando.
Grito de rabia en mi interior, y pienso que te importo aún menos de lo que pensaba. Me regaño a mí misma porque sé que no debo dejar que me afecte, al fin y al cabo, sé que todo terminará algún día.

Suena el teléfono. Me sobresalto. ¿Dónde quedamos?. Me arreglo rápidamente, ni siquiera me preocupa que llevo puesto, ni las consecuencias de mis actos. Siento la adrenalina que corre por venas. Esto es una locura, me repito una y otra vez. Pero me muero de ganas de llegar y vivir un nuevo capítulo de esta historia finita.

Y allí estás, horriblemente vestido y cansado. Ni siquiera has dormido. De repente, sonríes al verme y, entonces recuerdo porque he venido, y me pierdo en esas horas en las que solo me dejo llevar.

Hablamos, bromeamos y no paramos de reír. ¿No puedes por un momento dejar de meterte conmigo?. Sonrío. Hoy estás distinta, me comentas. Si, hoy estoy diferente, yo también lo he notado. Me siento viva, y alegre, dispuesta a disfrutar de estas horas, no me importa lo que vendrá, quiero vivir el momento.

Caminamos por la arena, está muy oscuro. No hay nadie en la playa a estas horas. No hace frio
Nos tumbamos sobre la arena y me abrazas. Me dejo llevar, olvido la realidad y miro al cielo repleto de estrellas. No se oye ningún sonido, solo las olas del mar. Podría parar el mundo, en este momento, no me importaría.

Nos besamos. Y enredo mis manos en tu pelo. Miro de nuevo al cielo, una estrella fugaz. Cierro los ojos y pido un deseo...no puede ser. No puedo permitirte pensar en eso, lo sé. .Y simplemente, me pregunto ¿qué estás haciendo?.

Es hora de irse a casa. Es tarde. Me acercas a mi coche y nos despedimos. Se rompe el hechizo, y termina el sueño. Es hora de volver a la realidad.

 ¿A qué jugamos? Los dos lo sabemos, conocemos las reglas del juego y los límites perfectamente trazados. Sólo por un momento, me pregunto si seré capaz de no romper esas malditas reglas...y sé la respuesta. Desecho la idea de mi cabeza, y vuelvo a casa, dejando atrás momentos guardados en la memoria, instantáneas de un sueño que se alojan en rincones de mi cabeza.

Mientes tan bien...que me sabe a verdad.